Con el paso de los años, distintos actores destacados de la sociedad han ido abriendo el camino para poner sobre la mesa un tema tan inevitable como vital: salud mental y las afecciones neurológicas. Entre las más conocidas, pero también «satanizadas» -hasta hace un par de décadas-, se encuentra el autismo.
El Trastorno del Espectro Autista afecta a uno de cada 68 niños nacidos en Estados Unidos, y aunque hasta el momento la medicina moderna no encuentre una “cura” para ello, sí existe una gran cantidad de evidencia anecdótica relativa a los beneficios del cannabis rico en CBD (cannabidiol).
En Estados Unidos, las primeras drogas farmacéuticas a base de cannabis que se legalizaron tenían como finalidad tratar a niños con epilepsia severa. Sin embargo, más recientemente, especialistas relacionaron las condiciones del cerebro (mecanismos etiológicos) que conducen a ataques epilépticos con las del autismo.
¿Aceite de cannabis para el autismo?
De acuerdo con un estudio publicado por la revista ‘Frontiers in Neurology’, los pacientes con autismo que recibieron aceite de cannabis “enriquecido con CBD”, mostraron grandes mejorías en la interacción social y la comunicación, así como otros beneficios neurológicos.
Según informó el medio norteamericano ‘Observer’, el cannabinoide (la sustancia química de la mariguana de la que hablamos) que parece tratar estas afecciones neurológicas es el CBD, que tiene valor como “neuroprotector”, es decir que funciona como algo similar a un agente antiinflamatorio y permite que el cerebro funcione “mejor”.
Para el mencionado estudio, los investigadores brasileños monitorearon el progreso de 18 pacientes con autismo durante un período de hasta 9 meses. Cada uno de ellos recibió un extracto de cannabis sativa rico en CBD con una relación CBD a THC de 75 a 1.
Pruebas con cannabis rico en CBD
Los pacientes recibieron 4.6 miligramos de CBD por kilogramo de peso corporal a 0.06 miligramos de THC. Esto representa una dosis significativa para una persona cuyo peso sea superior a 45 kilos.
En el proceso, tres pacientes interrumpieron el tratamiento pues percibieron “efectos adversos” en el primer mes; sin embargo, 14 de los 15 que continuaron, mostraron “algún nivel de mejoría” en distintas categorías de síntomas.
Cabe recalcar que 9 de los pacientes que no tenían epilepsia además de autismo, presentaron mejoría en por lo menos una categoría de los síntomas monitoreados en por lo menos 30%. En cambio, otros 4 pacientes mostraron mejoría significativa en cuatro categorías, incluyendo interacción social y función, capacidad de dormir y mantenerse enfocado.
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“Los resultados informados aquí son muy prometedores e indican que el cannabis enriquecido con CBD puede mejorar múltiples síntomas del autismo incluso en pacientes no epilépticos, con un aumento sustancial en la calidad de vida de ambos”, concluyeron los especialistas.
Aunque es difícil aseverar que el cannabidiol estaba haciendo el trabajo en la mejoría de los pacientes, pues aún es necesario que existan más ensayos clínicos exitosos, para muchos padres de familia, los estudios publicados por ‘Frontiers in Neurology’ resultan una luz de esperanza que los hace no querer esperar más y buscar este tipo de tratamientos en estados donde es legal, como Texas.
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