La Academia Nacional de Medicina de Francia, de la que forman parte facultativos del país y médicos de todo el mundo, se ha posicionado a favor del cigarrillo electrónico como como una ayuda para detener o reducir el consumo de tabaco por parte de los fumadores y recuerda que esta es la opinión expresada por la Autoridad Nacional de Salud de Francia.
De este modo, pretende que las autoridades sanitarias francesas tomen ejemplo de la postura del Reino Unido en su apuesta por la política de reducción de daños por el tabaquismo.
La Academia francesa ha emitido esta semana un comunicado en el que manifiesta que la confianza en el cigarrillo electrónico se ha visto cuestionada a raíz de los problemas que han surgido en Estados Unidos, a causa de utilizar dispositivos de vapeo con sustancias ilegales y comprados en el mercado negro.
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La Unión Europea garantiza la calidad y seguridad
El organismo médico francés recuerda que en la Unión Europea la normativa que regula los cigarrillos electrónicos garantiza la calidad y seguridad de estos dispositivos, a diferencia de las lagunas legales existentes en Estados Unidos.
Según la Academia, “la epidemia norteamericana de trastornos pulmonares es debida a un mal uso, con un contenido realmente nocivo y responsable de los problemas generados”.
Hace referencia a los estudios que demuestran que las muertes se han producido al incorporar a los dispositivos de vapeo tetrahidrocannabinol (THC), el principio activo más importante del cannabis, además de acetato de vitamina E, muy nocivo cuando se inhala.
Campaña de desprestigio
Ante la campaña de desprestigio de los dispositivos de vapeo, a causa de las informaciones que llegan de Estados Unidos, la Academia francesa recuerda su postura expresada en 2015, cuando ya se posicionó a favor del cigarrillo electrónico, por considerarlo mucho menos nocivo que el tabaco y herramienta que ayuda a dejar de fumar.