María Fernanda Arboleda, quien es especialista en Medicina del Dolor y Cuidados Paliativos por la Universidad de McGill, de Canadá, aseguró que en México es urgente la regulación del uso terapéutico de la cannabis para beneficiar a 11.7 millones de personas.
Muchas personas están accediendo al productos a través de internet, mercados e incluso en estaciones del metro sin considerar que el alto riesgo ya que en la planta crecen hongos, bacterias, de igual forma, tiene pesticidas, metales pesados, contaminantes, incluso, se han presentan casos de infecciones fúngicas, sobretodo en pacientes inmunosuprimidos.
Refirió que el tiempo otorgado a la Cofepris para emitir la regulación se está venciendo, en tanto, se debe dejar en claro que la prescripción del tratamientos a base de cannabis medicinal debe de recaer en los médicos, basados en evidencia científica sobre su calidad y manejo no sólo para los pacientes, sino también para los especialistas.
En México son 11.7 millones de mexicanos quienes podrían beneficiarse del uso de tratamientos médicos a base de cannabinoides, aseguró Arboleda Castro, quien detalló que existen estudios publicados en revistas médicas indexadas que han integrado el uso del cannabis medicinal como complemento del manejo sintomático convencional.
Tener un marco legal para el uso de tratamientos a base de cannabis medicinal con un soporte en la evidencia científica es clave para mejorar la vida de millones de pacientes, aseguró la doctora Arboleda, quien participó en el foro “El marco legal del cannabis en México”, organizado por la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Intelectual (AMPPI), y el Grupo Mexicano de la Asociación Internacional para la Protección de la Propiedad Intelectual (AIPPI).
“Sabemos el gran potencial que tiene la terapia cannabinoide en los pacientes con cáncer, no por sus efectos curativos en humanos aún, pero si por el control de síntomas asociados a la enfermedad y a los tratamientos tales como la quimioterapia, la mayor estabilidad emocional, y por un mejor afrontamiento de la enfermedad, lo que contribuye a una muerte digna y de calidad superior”, aseguró.
Arboleda, expuso que con el uso de dichos tratamientos los pacientes podrán mejorar su calidad de vida relacionada con la salud, pues se ha reportado que puede ayudar al control sintomático de algunas enfermedades como epilepsia, esclerosis múltiple y dolor crónico (oncológico y no oncológico), además de incidir positivamente en los cuidados paliativos, así como a mejorar la calidad de sueño en pacientes con insomnio, y optimizar el manejo de la náusea y el vómito causados por la quimioterapia, entre otros beneficios.
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