Un bong sucio literalmente te dejará un mal sabor de boca, y sabemos qué una halitosis, es muy desagradable. Además, la apariencia de las manchas de moho y el recubrimiento negro de la resina que empañan la estética, arruinan el sabor de tus flores y pueden comprometer tu salud.
Por lo general el cannabis tiene un impresionante perfil terapéutico, de poco sirve si su herramienta de consumo está sucia. Sencillamente, no estarás obteniendo todos los beneficios que podrías obtener si tu bong estuviera limpio.
Es importante tener en cuenta las sustancias que utilizas para limpiar tu bong.
Por ello, una combinación de alcohol isopropílico y sal gruesa, es quizás la solución más utilizada, pero no todos están de acuerdo en que sea la más segura. Es algo probable que un poco de alcohol se quede en la tubería después de una limpieza y su inhalación no sea del todo saludable.
Una alternativa para sustituir el alcohol es el vinagre, el cual es un ingrediente importante en casi todas las recetas que se hacen con el cannabis y además de eso puede eliminar muchas baterías. Se pudiera combinar con bicarbonato de sodio.
Sin embargo, comer un poco de vinagre de manzana en una porción de aderezo para ensaladas no es lo mismo que inhalar los residuos de vinagre blanco destilado a través de un bong.
Por otro lado, el ácido acético, el compuesto que produce vinagre, puede ser irritante para los ojos, nariz, garganta, pulmones y piel. En respuesta a esto, si estás intentando tomar la ruta más sana y utilizar el disolvente menos tóxico posible, tu apuesta más segura es el agua hirviendo.
Si tu bong tiene una gran cantidad de resina, sus paredes están manchadas con puntos blancos o negros, o el agua huele mal y está descolorida, necesita una limpieza profunda.
Dale a tu bong una limpieza completa al menos una vez a la semana. Sin embargo, si fumas con frecuencia, puedes evitar pasar horas limpiando tu bong si lo limpias a diario o cada dos días.
