Desde el dolor en las articulaciones hasta los efectos a menudo debilitantes de la artritis, las inyecciones de corticosteroides han sido un elemento básico para controlar el dolor y la inflamación para los casi 30 millones de estadounidenses que sufren de osteoartritis (OA). Con una nueva investigación que muestra los efectos a largo plazo de uno de los tratamientos más utilizados para la OA, los médicos y los investigadores están preocupados por los riesgos de las inyecciones y los riesgos potenciales relacionados con la cortisona.
Un estudio de la Universidad de Boston publicado este mes encontró que los pacientes a los que se les había administrado el medicamento por inyección encontraron un riesgo de “progresión acelerada de la OA o eventos adversos en las articulaciones después del tratamiento”. Es decir, cuando un paciente fue tratado por osteoartritis mediante una inyección de cortisona, puede haber acelerado la progresión de la enfermedad, incluidas las complicaciones, la destrucción de las articulaciones y la pérdida ósea.
Curiosamente, el estudio encontró que ciertas afecciones preexistentes, como la edad avanzada y la raza caucásica, parecían aumentar aún más el riesgo del resultado. Los investigadores recomendaron una prueba de detección por resonancia magnética antes de que se administraran las inyecciones para identificar mejor el área y determinar si el peligro podía evaluarse con precisión antes de administrar la dosis.
Comprender el efecto del cannabis en la OA
Citado y utilizado durante mucho tiempo para la inflamación y el dolor en las articulaciones, el cannabis y el aceite de CBD han ayudado no solo con las condiciones de dolor crónico, sino también con los síntomas de la OA. En un estudio de 2018 publicado en Current Opinion in Pharmacology, los investigadores afirmaron: “Existe un creciente cuerpo de evidencia científica que respalda el potencial analgésico de los cannabinoides para tratar el dolor por OA”. Para profundizar, la Universidad de Dalhousie en Nueva Escocia descubrió que, dado que el dolor por OA es multifacético, el cannabis puede ayudar a activar el propio sistema endocannabinoide (ECS) del cuerpo para bloquear los receptores del dolor y potencialmente ofrecer alivio.
Incluso la Arthritis Foundation se está dando cuenta y ha lanzado su primera guía de CBD para aquellos que padecen la afección. Según el Dr. Daniel Clauw, colaborador de la guía, “En este momento, (el CBD) parece ser bastante seguro y podría ayudar a ciertos tipos de dolor”.
Si bien el CBD y el THC ciertamente no pueden hacerse cargo de la totalidad de un régimen de manejo del dolor, estudios como el realizado sobre los tratamientos con cortisona están llevando las conversaciones sobre el cannabis y el CBD a una mayor luz y ofrecen menos estigmatización, lo que abre la puerta a una mejor educación para todas.
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