Hasta hace unos días, cuando el gigante de la tecnología Microsoft se asoció con una compañía de servicios de software para productores de marihuana, las grandes empresas digitales habían mantenido su interés en la creciente industria del cannabis bien guardado en el clóset.
La compañía conocida como Kind Finantial y su nuevo socio Microsoft ofrecen ‘semilla electrónica’ de servicios para cultivadores de cannabis, que les permite realizar seguimiento de inventarios, navegar la nuevas legislaciones y leyes y manejar todas las transacciones a través de sistemas digitales desarrollados específicamente para el negocio.
La noticia ha sido muy bienvenida en el mundo de la producción de cannabis y todos sus derivados no solo para propósitos médicos, sino también recreacionales.
La decisión de Microsoft de unir su nombre a la floreciente industria de la marihuana legal es un fuerte mensaje que está resonando, sobre todo entre las demás grandes compañías de tecnología que hasta ahora han mantenido una posición tímida respecto a involucrarse en la polémica industria de la yerba.
Otras empresas de tecnología más pequeña y de reciente creación, por su parte, han visto el enorme potencial de la creciente industria que es legal para uso médico y recreativo en cinco estados de los Estados Unidos, y que necesita sistemas para el seguimiento de datos, para optimizar el crecimiento de las plantas y para otros aspectos logísticos.
La indecisión por parte de los grandes del mundo electrónico proviene de la situación jurídica de la marihuana, que sigue siendo turbia en la mayor parte del país.
Durante años, la producción y procesamiento de cannabis, al menos visiblemente, han estado dominadas por pequeñas y medianas empresas. Los grandes conglomerados, con dinero y prestigio, no han querido entrar en el espacio por temor a dos grandes peligros: recompensas desconocidas y miedo a represalias.
El riesgo de represión en muchos estados donde las leyes federales y estatales contradicen los esfuerzos de la legalización ha desalentado también a muchos bancos y otras instituciones financieras de trabajar con firmas dedicadas a la marihuana.
De la misma manera, existe el peligro de que un cambio en la dirección del Gobierno pueda dar lugar a un retroceso en la legalización. Igualmente, sigue existiendo el peligro de ser juzgado por asociación. Muchos inversionistas y otros grandes capitales temen que invertir en la industria de marihuana sea tan riesgoso, en términos de imagen, como hacerlo en la industria de la pornografía.
Para numerosos expertos, la entrada de Microsoft en el mercado de marihuana legal puede ser útil en el esfuerzo de legalización no solo en EE. UU., sino en muchos otros países. Pero sobre todo en la apertura del camino para que otras grandes empresas electrónicas y financieras entren al negocio sin “ensuciarse las manos”.
En EE. UU., la industria de marihuana está en auge. Cinco estados la han legalizado para uso recreativo y médico, otros 23 han aprobado algún tipo de cannabis legal y 14 de los restantes estados consideran poner el asunto de la legalización en las próximas elecciones.
Aún más sorprendente que el ensayo de Microsoft en el mundo de la marihuana es que, con semejante potencial, las grandes corporaciones no se hubieran atrevido a entrar a la industria hasta ahora.
Tampoco es que el gigante electrónico este lanzándose de cabeza a la piscina de la yerba. Apenas está mojándose los pies a ver si le gusta una nadada más completa. Kind Financial, el nuevo socio, no participa de ninguna manera en el cultivo, el transporte o la venta de marihuana.
Su software, Agrisoft, se usa para recoger, controlar y manejar los datos necesarios para el cumplimiento de las normas y leyes estatales.
Para muchos expertos, la decisión de Microsoft es muy inteligente y cae en buen momento, sobre todo cuando California se prepara para una legalización total este año, lo cual abrirá las puertas a la industria de par en par.
Esta participación tiene otras grandes implicaciones no solo dándole gran impulso a la industria de la marihuana, sino afectando la manera como ese progreso se ejecuta.
Después de todo, las ganancias para el sector se calculan en 25.000 millones de dólares.
Para Allen St. Pierre, director ejecutivo de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes sobre Marihuana (Norml), la asociación de marihuana, software y Microsoft es un apareamiento natural.
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“Si usted trabaja en grandes estrategias macro en una empresa como Microsoft y desea una cartera muy diversa y puede ver de forma visible el éxito del comercio de marihuana y tal vez ve que sus empleados y muchos otros alrededor suyo se dedican al comercio, ¿por qué no invertir en esa línea?”.
La participación de Microsoft es un movimiento revelador de los inmensos cambios ocurridos en la industria del cannabis en los últimos años. Si hubiera decidido hacer esa alianza hace una década, por ejemplo, probablemente sus ejecutivos habrían terminado en una prisión federal.