Tee Franklin condujo dos horas a principios de esta semana desde Lumberton a Secaucus para recoger su receta de marihuana medicinal del Dispensario Harmony.
Pero cuando llegó allí, dijo, una larga fila de autos, cada uno con un paciente esperando su turno en la fila, la saludó. Como una persona inmunocomprometida que luchaba contra el dolor crónico, las multitudes la preocupaban.
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Muchos pacientes en el programa de marihuana medicinal tienen problemas inmunes u otras condiciones comórbidas que podrían hacerlos más susceptibles a contraer un caso grave de coronavirus. Otros están luchando contra el dolor crónico, la ansiedad o las convulsiones, y han inundado los dispensarios alrededor de Nueva Jersey para abastecerse en caso de una posible cuarentena.
«Solo una persona y toda la línea pueden desaparecer», dijo Franklin a un medio de comunicación “Mi ansiedad ha estado por las nubes. Este podría ser mi fin».
