Las personas en todo Estados Unidos usan cada vez más cannabis como tratamiento para las náuseas, desde pacientes con cáncer que intentan combatir las náuseas que siguen a la quimioterapia hasta madres embarazadas que intentan retener la comida en los meses previos al nacimiento.
A medida que se descubre más sobre el sistema endocannabinoide, los científicos se acercan a determinar exactamente por qué el cannabis ayuda a reducir las náuseas.
Las náuseas son una función necesaria del cuerpo, que se utiliza principalmente para alertar al cuerpo de que algo que comió podría ser venenoso o podrido y debe evitarse ahora y en el futuro, o que el cuerpo está experimentando una enfermedad o desequilibrio y necesita tratamiento o descanso. Por ejemplo, la deshidratación puede provocar náuseas porque el cuerpo está tratando de enviar una señal de que está desequilibrado y necesita más agua.
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Pero hay otros factores, como el movimiento o ciertos medicamentos, que también aumentarán las señales que se envían al cerebro desde el resto del cuerpo, muchas de las cuales el cerebro interpreta como náuseas.
El cannabis, cuando se usa para tratar las náuseas, no calma el tracto digestivo en sí mismo, sino que controla y reduce las señales que ciertos receptores del sistema endocannabinoide envían al cerebro. Este es el sistema del cuerpo que responde al cannabis, regulando diferentes cosas, como el apetito, la memoria y las náuseas. El CBD y el THC se dirigen a diferentes receptores en ese sistema, con diferentes resultados.
La quimioterapia, por ejemplo, puede activar algunos receptores para enviar una señal al cerebro que le dice al cuerpo que tiene náuseas. El cannabis, cuando interactúa con el receptor CB1 en el sistema endocannabinoide, puede reducir algunas de las señales que los receptores CB1 del tracto digestivo envían al cerebro. Reducir esas señales, a su vez, reduce las náuseas y los vómitos.
El CBD sintético, en forma de los medicamentos Nabilone y Dronabinol, se ha utilizado para tratar las náuseas durante los últimos veinte años. Ambos productos están aprobados por la FDA.
