El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) se refiere a un conjunto de enfermedades causadas por la infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Alrededor de 35 millones de personas en todo el mundo están infectadas con el virus del VIH, y desde la década de 1980, el sida ha causado unos 36 millones de muertes.
El cannabis ha demostrado ser extremadamente eficaz en el tratamiento de varios síntomas importantes del sida.
Estimula el apetito
Un estudio de 2005 realizado en 523 pacientes con VIH reveló que 143 (27%) de los participantes utilizaban cannabis para controlar sus síntomas. De ese porcentaje, un abrumador 97% comunicó que habían experimentado mejoras en el apetito.
En 2007, se llevó a cabo un estudio doble ciego sobre los efectos del cannabis fumado y del dronabinol (una forma sintética de THC). Este estudio descubrió que tanto el THC como el dronabinol incrementaron la ingesta de calorías en comparación con el placebo, independiente de la dosis. El efecto se caracterizaba por aumentar la frecuencia de las ocasiones en que se come.
Contra las náuseas
La náusea es un síntoma común de la infección por VIH, y a medida que avanza la enfermedad, las causas de las náuseas puede llegar a ser cada vez más complejas. Pueden presentarse debido a problemas gastrointestinales, disfunción hepatorrenal, trastornos del sistema nervioso central, o como resultado de los tratamientos utilizados para tratar la enfermedad.
La capacidad de los cannabinoides y ciertos análogos sintéticos para contrarrestar los síntomas de las náuseas en pacientes con sida es muy conocida. De hecho, el dronabinol, el análogo del THC, está aprobado por la Food & Drug Administration para el tratamiento de las náuseas y pérdida del apetito relacionadas con el cáncer y el sida.
En 1995, se publicó un estudio inicial sobre el dronabinol como tratamiento para la pérdida de apetito inducida por el sida que descubrió que los pacientes experimentaban una mejora media del 20% en las náuseas.
Reduce la neuropatía periférica
Una forma específica, y especialmente frecuente, del dolor relacionado con el sida es la neuropatía periférica, en la que uno o más nervios del sistema nervioso periférico (o una parte del sistema nervioso fuera del cerebro y de la médula espinal) sufren daños y conducen a sufrir dolor, espasmos, parestesias, pérdida de masa muscular y pérdida de la coordinación.
Se ha demostrado que el cannabis puede ayudar a mejorar los síntomas de la neuropatía periférica derivada del sida, así como a los de otras enfermedades en las que aparece, como la diabetes.
Más allá de los informes subjetivos de reducción del dolor nervioso y de la parestesia anteriormente mencionados, otros estudios han evaluado la capacidad del cannabis para mejorar la neuropatía periférica en los enfermos de sida. En 2007, un estudio con pacientes realizado en los EE.UU., Puerto Rico, Colombia y Taiwán descubrió que 67 de los 450 pacientes con neuropatía periférica informaban del consumo de cannabis para mejorar sus síntomas.
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