A través de informes científicos y evidencia anecdótica, se ha promocionado que el cannabis ofrece beneficios a las personas que padecen cáncer: alivia los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer (quimioterapia), reduce la ansiedad, las náuseas, el dolor y contrarresta la pérdida de apetito. Todo esto hace de la marihuana un medicamento maravilloso que merece ser regulado, ampliamente investigado y explotado.
Ahora mismo, una comunidad considerable y creciente afirma que el uso tópico e ingerido del aceite de Rick Simpson (RSO) y el aceite de cannabis de extracto completo (FSO) también pueden tratar e incluso curar el cáncer. Sin embargo, con las restricciones sobre la investigación del cannabis en Estados Unidos, los estudios que respaldan estas afirmaciones pueden ser escasos.
No obstante, un nuevo estudio ha agregado algo de apoyo a la idea de que el cannabis realmente puede matar el cáncer.
La reciente investigación fue realizada por investigadores de la Universidad Amity, en India y publicada en el Journal of Cancer Research and Therapeutics.
El estudio concluye que, además de los beneficios que el cannabis proporciona para aliviar algunos de los efectos del cáncer, como que “el THC y el CBD cuentan con un efecto analgésico, ansiolítico y estimulante del apetito efectivo en pacientes que padecen cáncer, el cannabis también puede tener un fuerte impacto contra el cáncer en sí”, escribieron los investigadores.
El estudio clínico mostró que “los pacientes con glioblastoma multiforme recurrente (uno de los tumores más comunes y malignos) que fueron tratados con una combinación patentada de THC y CBD “además de un producto farmacéutico tradicional, tuvieron una tasa de supervivencia de un año más alta (83 por ciento) en comparación con un grupo placebo (53 por ciento )”.
Te recomendamos: ¿Qué tan adecuado es consumir cannabis mientras estás usando antibióticos?
Los estudios sobre cánceres de sangre y próstata también mostraron la desaceleración y la muerte de las células cancerosas cuando se tratan con cannabis. Los investigadores observaron que no solo el THC, sino el CBD, incluso en forma sintética, realizan este trabajo pesado. Otros estudios revisados por los autores mostraron beneficios del uso de cannabis para ciertas formas de cáncer de pulmón y seno.
Llegaron a la conclusión de que debe haber más investigación, pero que “debido a que la activación de los receptores cannabinoides CB1 y CBD2 tiende a limitar el crecimiento de las células cancerosas humanas, puede haber un papel importante del sistema endocannabinoide [SEC] como un nuevo objetivo para el tratamiento del cáncer y se requieren más exploraciones para explotar los cannabinoides para un manejo efectivo del cáncer”.
Esperemos que más investigaciones y testimonios anecdóticos lleven a la modificación de las leyes federales de Estados Unidos (y de otros países) que obstaculizan los estudios del cannabis, pues cada día se descubren más virtudes presentes en la hierba y el mundo necesita medicamentos naturales que ofrezcan menos efectos secundarios con altos riesgos para la salud.