El cannabis se está volviendo universalmente conocido como una sustancia que mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad. Sin embargo, la planta carece notoriamente de investigación clínica para informar su uso seguro y correcto en trastornos psiquiátricos específicos como la ansiedad y la depresión.
Un nuevo estudio publicado el mes pasado arroja luz sobre el potencial terapéutico de la planta.
Si bien un grupo bipartidista de legisladores federales presentó recientemente un proyecto de ley para eliminar las barreras federales para realizar investigaciones sobre la marihuana, los investigadores han encontrado formas creativas de estudiar los efectos de la planta en la población en general mediante la realización de estudios observacionales.
El artículo, publicado en la revista revisada por pares, Frontiers In Psychiatry, encontró que el consumo de cannabis medicinal se asoció con una menor depresión autoinformada, así como con una disminución de la ansiedad en los adultos. La investigación fue realizada por la Universidad Johns Hopkins en asociación con la Fundación Realm of Caring.
Un estudio observacional
El equipo de investigación realizó un estudio observacional en el que 538 participantes mayores de 18 años completaron una serie de encuestas sobre su consumo de cannabis y los síntomas asociados.
Todos los participantes incluidos en el estudio habían informado tener trastornos de ansiedad o depresión, incluidos trastorno depresivo mayor, depresión posparto, distimia, trastorno disfórico premenstrual, trastorno afectivo estacional, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno de ansiedad social o agorafobia.
Del total, 368 participantes informaron sobre el uso actual de productos de cannabis medicinal, mientras que los 170 restantes estaban considerando el uso de cannabis medicinal, pero aún no habían comenzado. El último grupo se utilizó como grupo de control.
Las encuestas incluyeron cuestionarios autoinformados validados y medidas de resultados de salud desarrolladas por investigadores.
El consumo de cannabis se analizó indicando el tipo de producto (flor seca, aceite de extracto de cáñamo, etc.), quimiotipo (THC dominante, CBD dominante y relación THC: CBD equilibrada), régimen de dosificación y modo de administración.
¿El resultado? “El consumo de cannabis medicinal se asoció con una menor depresión autoinformada”, según el estudio.
Los consumidores de cannabis medicinal también informaron un sueño superior, una calidad de vida y menos dolor en promedio.
Los usuarios que iniciaron el tratamiento con cannabis medicinal durante el período de seguimiento informaron haber disminuido significativamente la ansiedad y los síntomas depresivos, un efecto que no se observó en los pacientes del grupo de control que nunca iniciaron el consumo de cannabis.
El estudio concluyó que el consumo de cannabis medicinal puede reducir la ansiedad y los síntomas depresivos en poblaciones clínicamente ansiosas y deprimidas.
Dado que el estudio se basó en datos autoinformados, se necesitan futuros estudios controlados con placebo para replicar estos hallazgos y determinar la vía de administración, la dosis y las características de la formulación del producto para optimizar los resultados clínicos, concluyó el documento.
La población del estudio tampoco fue universal; estaba formado en su mayoría por mujeres adultas caucásicas. La investigación en muestras de poblaciones más amplias también es vital para comprender mejor los efectos de los cannabinoides en estas indicaciones.
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