El cannabis es capaz de actuar en el organismo, ya que sus cannabinoides se parecen a sustancias producidas por el propio cuerpo. Al ser parecidas, se acoplan a los mismos receptores celulares. Estas sustancias endógenas son los endocannabinoides, el más importante de los cuales es la anandamida.
Mientras la anandamida actúa solo durante unos segundos, los cannabinoides lo hacen con más intensidad durante días, ya que se acumulan en el tejido adiposo, desde donde pasan poco a poco al hígado y a la sangre. Una vez dentro del cuerpo, actúan sobre las células dotadas con los receptores adecuados, denominados CB1 y CB2, que abundan en las neuronas.
La acción de los cannabinoides sobre diferentes zonas del cerebro explica por qué son 100% eficaces para tratar los efectos secundarios de la quimioterapia. Cuando actúan en los ganglios basales reducen temblores, espasmos y otras alteraciones del movimiento; en el hipotálamo abren el apetito; y en el núcleo del tracto solitario controlan las náuseas y los vómitos.
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Combate enfermedades crónicas
Estudios reciente han determinado que la marihuana medicinal puede proporcionar un alivio a molestos síntomas relacionados con el dolor crónico; entre ellos, el insomnio, la fatiga, la depresión, la ansiedad y algunas convulsiones. Estas conclusiones nacieron de la información recopilada por la aplicación cannábica “Releaf” un software gratuito que almacena datos en tiempo real de casi 3 mil de usuarios cotidianos de cannabis.
Los usuarios de la aplicación informaron una reducción promedio de los síntomas de casi 4 puntos (en una escala de 1-10), luego de usar cannabis medicinal vía vaporizadores, aceites y productos tópicos.
Mejorando su calidad de vida y dejando de lado la inflamación muscular, la ansiedad, el insomnio y algunos temblores nerviosos. Más del 94% de los consumidores de la planta reportaron una mejoría sustancial gracias al cannabis.