Fernanda de la Figuera, la ‘Abuela Marihuana’, como se la conoce en Twitter, lleva 30 de sus 76 años luchando por la legalización del cannabis.
En estas tres décadas, se convirtió en la primera persona en España que pudo plantar cannabis para autoconsumo de forma legal. Nacida en Madrid, Fernanda marchó a Málaga hace 40 años. Allí, en 2014, recibió la visita de agentes de la Guardia Civil, que rastrearon su huerto y requisaron diez kilos de plantas de marihuana que De la Figuera cultivaba para consumo medicinal.
El próximo 30 de octubre será juzgada en el Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga, acusada de cultivar y distribuir marihuana a la Marías X María, una asociación de consumidoras de cannabis, muchas de ellas con enfermedades graves, fundada por De la Figuera. Esta es el segundo señalamiento el juzgado ha peusto para el juicio a De la Figuera, después de que el primero, en abril, fuera aplazado. La Fiscalía pide para ella cuatro años de prisión.
“Si no fuera por los cannabinoides, no podría soportar los dolores”, explica Fernanda de la Figuera a El Salto. “Por una parte, me ayuda con mi hipertensión, y, por otra, tengo problemas reumáticos, artrosis y otros muchos problemas de huesos. Además, un problema añadido sería la depresión a la que te lleva el vivir con dolor; por eso, una ‘sativita’ matutina me pone la sonrisa en los labios y me ayuda a enfrentarme con la dura jornada”, añade en relación a su consumo de cannabis.
“La mayoría de las asociadas a este grupo eran personas enfermas que no tienen un fácil acceso al cannabis y que tenían que recurrir al mercado negro para conseguir su medicina”, destaca sobre Marías x María Paco Mascaraque, portavoz de Infocannabis, organización desde la que están organizando, con el apoyo de la Federació d’Associacions Cannàbiques Autoregulades de Catalunya (FEDCAC) y del Círculo Cannábico de Podemos, una ‘Marcha verde’ para apoyar a Fernanda, fletando autobuses que partirán desde distintos puntos de España para acudir a una concentración silenciosa frente al Palacio de Justicia malagueño.
Hasta ahora ya han contratado un autobús que partirá desde Barcelona, pasando por Alicante, hasta Málaga, otro que saldrá desde Santander y esperan contar con un tercero que partirá desde Madrid. “Será una concentración silenciosa porque respetamos las decisiones judiciales, pero entendemos que esto es una cuestión política”, explica Mascaraque. “Queremos confiar en la justicia”, añade.
Las últimas décadas de la vida de De la Figuera ha ido unidas al movimiento cannábico. No fue una decisión suya, explica De la Figuera a El Salto: “La vida me puso ahí y yo seguí por este camino”.
UNA VIDA ENTERA LUCHANDO POR LA LEGALIZACIÓN DEL CANNABIS
“Un porro recorre el mundo. Todas las fuerzas del llamado nuevo orden internacional se han unido en santa cruzada para acosarlo”. Así comenzaba el manifiesto con el que, en 1991, nacía la Asociación Ramón Santos de Estudios sobre el Cannabis, fundada en Barcelona.
Fue la primera asociación cannábica legalmente constituida en España —pocos años antes habían surgido la Asociación de Consumidores de Cannabis y la Asociación por la Legalización de las Drogas, en Madrid y Navarra respectivamente— y tomaba su nombre del abogado Ramón Santos, especializado en defender a consumidores de sustancias prohibidas en los tribunales, que había fallecido cuatro años antes, según recuerda la publicación Cannabis Magazine. También fue donde Fernanda comenzó su activismo contra la prohibición del cannabis.
De la Figuera tomó nota y, al igual que se se hizo en otros territorios del Estado, se lanzó en 1996 a crear una asociación a su imagen y semejanza en Andalucía, la Asociación Ramón Santos de Estudios sobre el Cannabis de Andalucía (ARSECA), que aún hoy sigue en activo. Un año antes, había tenido un juicio, también por plantar marihuana en su huerto.
En esa ocasión el juzgado reconoció su derecho al cultivo de marihuana. “Tenía en mi huerta unas cinco o seis matas de marihuana y un día me encontré a la Guardia Civil en mi campo. Me llevaron a juicio y mi abogado demostró que yo solo cultivaba para mi autoconsumo, que tenía una vida profesional y personal perfectamente organizada, y que no traficaba. Desde entonces soy la primera cultivadora legal de este país”, recuerda De la Figuera.
En 2003, De la Figuera fue también una de las fundadoras del primer partido político por la legalización del cannabis. El Partido cannabis por la Legalización y la Normalización (PCLYN) fue fundado en 2003 con sede en Valencia y de ámbito estatal. Un año después de su nacimiento, en 2004, consiguió ser la octava fuerza política española en las instituciones europeas —y la séptima a nivel catalán— con 53.785 votos. Su programa defendía el derecho al autocultivo de cannabis y la modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana de 1992 —la Ley Corcuera, sustituida en 2015 por la Ley Mordaza—, que castigaba —al igual que sigue castigando la normativa actual— la obtención, posesión o tenencia de cualquier cantidad de marihuana con multas que iban de las 50.000 al millón de pesetas. La vida del PCLYN terminó en 2007.
A la misma vez que la vía política, Fernanda continuó trabajando en la asociativa, siendo también una de las fundadoras de la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC), que a su vez forma parte de la Coalición Europea para las Políticas de Drogas Justas y Eficaces (Encod), de la que fue portavoz en España. La Encod fue la organización que impulsó que el Parlamento Europeo aprobara una moción por la que reclamaba a los Estados la legalización del uso medicinal del cannabis en enero de este año.
MARÍAS X MARÍA
“A pesar de su avanzada edad y su delicado estado de salud, sigue luchando a día de hoy”, señala Mascaraque sobre De la Figuera. La asociación Marías X María, por la que está ahora imputada, comenzó a fraguarse en 2012, cuando Fernanda ya estaba cerca de los 70 años de edad. Fue en ese año cuando recibió el premio del Hash Marihuana & Hemp Museum de Barcelona. “En los siguientes años fuimos cumpliendo con todos los requisitos que nos pedía la Ley de asociaciones y el proyecto se hizo realidad”. Con 150 socias consumidoras de cannabis, muchas de ellas, con enfermedades, la asociación Marías x María alquiló un local en Málaga.
“Ahí nos reunimos, dábamos charlas y hacíamos previsión de cultivo para todas las socias”, explica De la Figuera, que resalta que para ser socia era necesario ser presentada por otra persona que ya fuera socia o poder demostrar que se padecía una enfermedad diagnosticada. “Las mujeres con problemas de salud para los cuales los cannabinoides están recomendados tenían preferencia”, puntualiza De la Figuera.
“Entendemos que es una pena desproporcionada para una señora de su edad y con sus problemas de salud”, reitera Mascaraque. “Ella no es una narcotraficante, una narco no va a manifestaciones por la legalización, no da la cara, no ofrece sus productos de forma abierta a personas enfermas”, añade tras señalar también que, mientras la justicia va con saña contra personas que tienen pequeños cultivos de autoconsumo, “los grandes narcos no pisan la cárcel” y grandes capitales se reparten el negocio en torno al cannabis.
Según explica en Infocannabis un artículo de Yago Álvarez, periodista también de El Salto, Juan Abelló, una de las grandes fortunas españolas fundadas a partir de tener el monopolio de la producción de opio otorgado por el régimen franquista se ha lanzado de lleno a la industria del cannabis medicinal, para cuya explotación, su grupo afirma que ya cuenta con una de las pocas licencias que hasta ahora ha otorgado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) a través de su filial Linneo Healt.
Fuente: El Salto
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