Una de las corrientes artísticas con las que más identifico es con los surrealistas en las que figuras como Salvador Dalí, Luís Buñuel, André Bretón, por cierto padre del Surrealismo. La escritura automática es una propuesta que realizará el propio André Bretón, para escudriñar en el rico inconsciente que todas y todos poseemos. La intención era rebasar los cánones sociales, morales y estéticos de la primera parte del siglo XX a través de la poesía.
Esta forma de escribir, consiste en precisamente en expresar a nivel escritural las ideas tal cual surgen en nuestro pensamiento, sin pasar por la reflexión o el desarrollo de un tema en específico y de esta forma plasmar un texto. Te cuento todo esto, porque en algunos momentos he desarrollado este ejercicio, cuya propuesta es rescatar las ideas primarias que me vienen al pensamiento, cada vez que escribo una Historia de Ganyeros Citadinos, para luego mezclarlas con los recuerdos y vivencias que tengo con mis amigos, cuando compartimos canutos, pipadas, bebidas o comidas cannabicas en casa de alguno de nosotros(as).
Bretón señalaba que la escritura automática es una fotografía del pensamiento, quizás no lo sea tanto pero al menos es un gran disparo de teclas que me permite junto al cannabis crear las historias que te narro en cada oportunidad que me lees. Por eso, para mí el cannabis es un elemento esencial que forma parte del acto de crear y escribir.
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El impulso creativo, que me ofrece la marihuana es insuperable, además de las situaciones que nos pasan o las ideas que se nos ocurren que en buen término ayudan a que estos textos se vayan escribiendo de manera automática así bien surrealista como André Bretón en su escritura, Salvador en la pintura y Luis Buñuel en el cine. Recordando siempre al Perro Andaluz.