En Australia, desde el año 2016 producto de los cambios generados en las leyes de este país, la marihuana medicinal está legalizada con la finalidad de atender a pacientes que requieren el uso de la misma para alivianar y/o superar padecimientos de salud. De esta manera a través del ministerio de salud, se permite la viabilizar el uso de medicamentos que contengan cannabis, para el tratamiento de enfermedades crónicas o síntomas que causen mucho dolor.
Dentro de los procesos, que deben llevar a cabo los pacientes para acceder a medicamentos de aportes cannabicos se encuentra como requisito, el informe médico que justifique y certifique el necesario uso de la marihuana medicinal. De esta manera las autoridades de esta nación obtienes la información sobre los pacientes y verifican su información médica, para autorizar la venta de estos medicamentos.
Es de destacar que los requisitos para los pacientes varían de acuerdo a cada estado que forma parte de este país. Para el 2017, nuevamente el ministerio de salud, propició la intensificación de la producción local de cannabis y al mismo tiempo otorgó permisos para que compañías relacionadas con el área medicinal importasen cannabis y lo almacenaran para el desarrollo de medicamentos con marihuana terapéutica.
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Mientras tanto, todo lo contrario ocurre con el uso de la marihuana recreativa en Australia, ya que sobre ella pesa la prohibición ya que, es ilegal la venta y la posición, por lo cual se generan multas y hasta penas máximas de encarcelamiento a usuarios, vendedores e importadores de cannabis para el uso recreativo. Al respecto de esta situación se abre un proceso legal sobre las personas y en otros casos se indican programas de tratamiento, reeducación que no acarrean abrir archivos policiales para las personas que consumen marihuana recreativa. Es por ello por ejemplo que en algunos estados se generan advertencias cuando se detecta posesión de cannabis.