Al igual que la buena comida, la marihuana se disfruta más en buena compañía. Lamentablemente, por muy ameno que nos resulte el típico corrillo de fumetas, a cualquiera que le preocupen un poco los gérmenes, debería considerarlo una especie de pesadilla. Al fin y al cabo, compartir un porro con otras personas te expone a una amplia variedad de gérmenes y bacterias.
¿ES MALO COMPARTIR UN CANUTO?
La respuesta breve es sí. Cualquier enfermedad que puedas contraer por besar a alguien (y que incluye desde un dolor de garganta a herpes y hasta una gastroenteritis vírica), también la puedes coger por compartir un porro.
Al compartir un porro, estás teniendo contacto boca a boca con toda la gente del círculo. Y esto te pone en peligro de contraer cualquier enfermedad infecciosa que se propague por contacto directo (y estas suponen aproximadamente el 80% de todas las enfermedades infecciosas).
La investigación demuestra que la boca humana alberga unas 700 especies distintas de bacterias, hongos, protistas y virus. Nuestra saliva está diseñada para que contenga anticuerpos saludables que nos protejan de cualquier amenaza biológica que nos podría hacer enfermar. Pero estos anticuerpos pueden fallar.
Mediante el contacto boca a boca directo con la gente con las que estás fumando, podrías correr el riesgo de contraer diversas enfermedades, entre las que se incluyen:
- Faringitis
- Gripe
- Meningitis
- Mononucleosis
- Norovirus
- Herpes oral
¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA DISFRUTAR DE UNA SESIÓN MÁS HIGIÉNICA?
Por desgracia, no hay mucho que se pueda hacer para minimizar la posibilidad de contraer o propagar enfermedades con los demás, excepto no compartir los porros, canutos o cualquier otro material para fumar (como bongs o pipas).
El único consejo que podemos darte es el siguiente: elige sabiamente cuándo y con quién vas a compartir tu marihuana. Si notas que uno de tus amigos se sorbe un poco la nariz o tiene un herpes labial, recuerda que estas bacterias van a acabar inevitablemente en el canuto.
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Y lo mismo se puede decir en tu caso. Si ves que te empiezas a encontrar mal, asegúrate de informar a tus amigos y sáltate la siguiente quedada. En su lugar, líate un porro o fuma con un bong o pipa. Pero asegúrate de limpiarlos bien con una toallita antibacteriana cuando termines.
A menudo subestimamos la resistencia de los gérmenes y las bacterias. Aunque nuestro cuerpo está diseñado para combatir de forma natural los patógenos que suponen una amenaza para nosotros, hasta el sistema inmune más fuerte puede verse afectado tras compartir un porro con más de 1 o 2 personas.
Recuerda: esto no significa que tengas que sentir paranoia. A menos que la gente con la que fumes tenga alguna enfermedad vírica, lo más probable es que no te pase nada. Pero ten en cuenta que cuanta más gente haya compartiendo canutos, mayor será la posibilidad de que estés fumando con alguien que está enfermo.
