Está comprobado que la marihuana es un afrodisíaco y que sus fumadores son más propensos a tener más y mejor sexo que los consumidores de otras sustancias.
No obstante, existe un factor determinante: la dosis. Al respecto, Francisca Molero, directora del Instituto Clínico de Sexología de Barcelona, asegura que el sexo de calidad con marihuana funciona mejor cuando se consumen pequeñas cantidades antes del coito. Es decir, la doctora recomienda un consumo controlado.
¿Por qué es importante controlar la dosis?
En primer lugar, seas hombre o mujer, cuando consumes marihuana tus niveles de ansiedad disminuyen. Podrías sentirte más seguro, tranquilo, desinhibido y con una mayor sensibilidad sensorial. En consecuencia, consumir marihuana antes del sexo te hace sentir más cómodo.
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La marihuana sensibiliza, además de las erógenas, todas las áreas de tu cuerpo. Algunos estudios afirman que las parejas encuentran una mayor sincronía y disfrutan con mayor intensidad el sexo.
Aunado a esto, el cannabis incrementa la libido; las mujeres han reportado orgasmos más intensos y los hombres una mayor duración.
Sin embargo, Molero comenta que el consumo debe ser moderado, pues la sincronía y sensación de plena cercanía en pareja durante el sexo, ocasionada por el cannabis, se vería afectada con un consumo excesivo, sustituyéndose por un viaje de introspección, el cual te aleja de la experiencia sexual, haciéndote pensar en otras cosas en lugar de lo que está sucediendo. En pocas palabras, fumar o ingerir marihuana en exceso antes del sexo, lejos de provocarte placeres más intensos, podría abstraerte del mismo placer que buscas; incluso llegar a incomodarte.
También hay dos inconvenientes: particularmente en las mujeres, un consumo de cannabis excesivo impide la lubricación natural de la vagina; en cuanto a los hombres, podría provocar bajos niveles de testosterona (poca excitación). Para evitar ambos padecimientos, es recomendable no abusar de la sustancia y consumir la hierba moderadamente.
Así que ahora lo sabes… La marihuana es un excelente estimulante sexual, sobre todo si controlas el consumo antes de tener sexo. Como dice el dicho: “no hay placer en el abuso”.
